Cuando la muerte le había contado la noticia al príncipe. Este corrió a todo galope para advertir al jardinero de que no fuera a Ispahan.
Pero gracias a Dios llega alcanzarlo, y el príncipe con los nervios alborotado le dice al jardinero que se había encontrado con la muerte, y que esta le había dicho que no fuera a Ispahan porque ese era el objetivo de la muerte.
El jardinero feliz, porque el príncipe le había salvado la vida, se lamentaba a la misma vez. Esa tarde el jardinero se encontraría con su familia en Ispahan.
El jardinero desesperado le dice al príncipe:
_Señor mío. Mi familia me esta esperando, y ahora ¿Qué hago para decirles que ya no iré?
El príncipe muy entusiasmado decide ayudarlo y le dice:
_No te preocupes jardinero, le avisare a tu familia de que no iras.
Pasaron varios días desde que el príncipe partió hacia Ispahan. El jardinero preocupado y desesperado se encuentra nuevamente con la muerte. Y el jardinero le dice:
¿Has venido a llevarme?
La muerte contesta:
¡No! Idiota, vine agradecerte por haber contribuido en mi plan de llevar al príncipe a Ispahan.
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