domingo, 17 de octubre de 2010

La verdad sobre el caso de M. Valdemar.

Luego de que Valdemar entra en un trance de que esta muerto vivo, mientras pasan los meses. Valdemar se sueña que una mosca horripilante rondaba por su habitación interrumpiendo inoportunamente una de sus profundas meditaciones. Molesto, comenzó a perseguirla tratando de acallar con un golpe su desagradable zumbido.
Corrió y corrió incansablemente entre el pequeño espacio de esas cuatro paredes en la que se encontraba, sacudiendo sus brazos cual si fuera él mismo una mosca. Estaba furioso, ya no sabía que hacer pues esa mosca ya le había colmado la paciencia. La mosca, posada en el marco del retrato de su amada, lo miraba con aburrida indiferencia.
Exhausto por la persecución, Valdemar reacciono rápidamente y con unos de sus libros que estaba leyendo (Como una Novela). Sobre la mesa de luz estaba posado, distraído, el fastidioso insecto. De un fuetazo le dio un librazo, el joven acabó con la corta vida de la triste mosca.
Repentinamente se despierta Valdemar y le dice al doctor –Pronto, pronto, hágame morir; Le digo que estoy muerto y cometí un asesinato.
El doctor trata de calmarlo, pero Valdemar ya no pudo aguantar más y se desintegro de una manera asquerosa y putrefacta. Sobre la cama, frente a todos los que estaban allí. Y lo más triste del caso es que Valdemar jamás sabrá si mato a una mosca o a uno de sus sueños.

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